Entre los conflictos mundiales y el panorama nacional enloqueciendo mi timeline del celu, me pareció la mejor decisión, fingir demencia para esta edición del newsletter, y hablar de un tema random histórico que venía posponiendo, pero que quería desarrollar.
Hoy quiero hablar de dos mujeres fundamentales en la historia de la moda. Ellas fueron: Coco Chanel y Elsa Schiaparelli. Dos mujeres que tuvieron la buena o la mala suerte de nacer en un mismo tiempo, en un mismo lugar y que la historia las posiciono como eternas rivales, aunque seguramente tenían más cosas en común que en contra.
Para poder comprender esta rivalidad, primero hay que comprender los contextos de cada una.
-Gabrielle «Coco» Chanel, nació en 1883, en un pueblo muy humilde de Francia. A sus 11 años, su mamá fallece, y su padre la interna en un orfanato, donde aprendió lo básico de la costura, para luego a los 18 años ser trasladada a un internado religioso. Cocó fue incursionando en la costura y gracias a su talento en comprender el rol de la mujer en el contexto social, la mirada simple y práctica de la moda, y la ayuda de sus maridos y amantes, se convirtió en la diseñadora de moda de referencia en inicios de los años 20 en París. Su estética era simple, despojada de grandes ornamentos, y proponía una novedad de vestimenta que contrastaba lo establecido en materia de indumentaria femenina entre los 1910 y 1920. Luego de 1920 se convirtió en referente indiscutida del diseño y la moda francesa.
– Elsa Schiaparelli, nació en 1890 en el Palazzo Corsini en Roma, en el seno de una familia de la aristocracia. Ella estudió filosofía, además de contar con habilidades para otras facetas vinculadas al arte. En 1914 se casa y tienen una hija, María Luisa Yvonne Radha. Luego su marido la abandona y ella decide trasladarse a París, donde se inserta rápidamente en el ambiente artístico y de alta alcurnia francesa. Es en 1927 asentada y bien posicionada socialmente, Elsa decidió lanzarse a la aventura de crear su marca de indumentaria. Sus modelos se consideraron atrevidos y sorprendentes para los cánones de su época; en muchos de ellos incluía elementos extravagantes. Obtuvo mucha inspiración del movimiento surrealista, tratando con artistas como Jean Cocteau y especialmente, Salvador Dalí, con quien además compartir una gran amistad. Pasada la mitad de los años 20, Elsa se convirtió en el emblema de la modernidad en materia de estética, destronando a Coco Chanel quien lo había sido hasta el momento.
Dos revolucionarias en cadena:
Gabrielle «Coco» Chanel revolucionó la moda femenina entre la década del 10 y del 30 al introducir prendas simples y versátiles, inspiradas en la moda masculina, como el Little Black Dress y el traje sastre de tweed. También fue pionera al popularizar el uso de pantalones para las mujeres, con iconos como Marlene Dietrich y Katharine Hepburn, y también escaló el negocio de la moda, lanzando fragancias de lujo con su marca para que más mujeres se puedan vincular con su firma.
Por otro lado, Elsa Schiaparelli, se destacó en la década del 20 al 30 por su enfoque artístico en la moda, considerándola más un arte que una funcionalidad. Sus creaciones surrealistas, como el sombrero-zapato y el vestido langosta, la hicieron famosa por su innovación y sorpresa en lugar de prendas prácticas. Schiaparelli revolucionó la presentación de moda al introducir desfiles espectáculo en lugar de exhibiciones privadas tradicionales. Planteo una moda más conceptual, presentando colecciones con inspiraciones específicas, además de crear prendas con detalles artísticos que convertían a simples piezas en obras de arte.
Ambas planteaban dos caminos revolucionarios bastante diferentes para la indumentaria femenina, en un mismo momento (década del 20) en una misma ciudad (París). Claramente, la rivalidad estaba al caer.
Rivalidad y Colaboración con Salvador Dalí: Si bien siempre fui consiente que tanto Chanel como Schiaparelli fueron contemporáneas y sus visiones siempre fueron opuestas, caí en la cuenta de su rivalidad, una vez que decidí investigar más a fondo la vida de ambas. Una de las facetas más intrigantes de la rivalidad entre Chanel y Schiaparelli fue su relación con el famoso pintor surrealista Salvador Dalí.
Schiaparelli colaboró estrechamente con Dalí en una serie de proyectos de moda surrealista, incluyendo el icónico vestido de langosta. Esta colaboración no solo desafiaba las expectativas convencionales de la moda, sino que también generaba controversia y competencia en el mundo de la alta costura. Más allá de su trabajo juntos, era conocida su amistad.
Pero esto no impidió a Dalí, por su parte, trabajar con Coco Chanel, ya que en 1937 trabajaron juntos en el armado de Bacanal. Una obra de ballet que tendría como diseñador escenográfico a Dalí, junto al escultor Apel·les Fenosa y el diseño de vestuario a cargo de la diseñadora.
Este es el famoso vestido langosta de Elsa Schiaparelli. Museo de Arte de Filadelfia, donación de Madame Elsa Schiaparelli:
Rumores, y más rumores
Chanel sufrió mucha envidia cuando Schiaparelli se convirtió «por arte de magia» en la celebridad más vanguardista de aquel París de los 20 y los 30 ante los ojos del mundo. No podía comprender, como: Sin ser francesa, ni costurera, y sin haberse dedicado nunca a la moda, Vogue América, el Time y la prensa más cultivada de Francia le dedicarán sus portadas y sus letras elogiosas abrió una herida de años y años en esa relación.
«Esa italiana extravagante que fabrica ropa», solía decir Coco, quien no solo la veía una intrusa en la moda, sino también en su círculo personal y emocional.
Existen muchos chismes de las cosas que Coco le hizo a Elsa Schiaparelli simplemente porque se sentía destronada en su rol de diseñadora estrella. La editora de moda Bettina Ballard describió cómo en una fiesta de disfraces, Coco provocó que el traje de Elsa acabara en llamas al acercarse a unos candelabros.
Otro de los chismes, consiste en que, según cuenta la leyenda, Coco tenía tanta bronca de la posición económica de Elsa, que cargaba gastos a su cuenta, sin que la italiana se diera cuenta.
Algo para ver 👀: Si quieren seguir profundizando en el tema, les recomiendo un documental: Face to Face – S1 E1 – Chanel vs Schiaparelli.
Se puede ver como a pesar de tener direcciones opuestas, las unía las ganas de liberar a las mujeres de las opresiones. También se puede ver que sucedió con la guerra y el pico de popularidad de sus carreras, y también, el legado que han dejado hoy en día.
Eso es todo por hoy… y si bien a lo largo de la historia se las vio a estas dos mega mujeres, como rivales, me parece interesante comprender con el paso del tiempo, como ambas, tenían más cosas en común que en contra, aunque sus egos quizás no les permitieron colaborar para lograr lo que hubiese sido la mejor colab de la historia del mundo de la moda.
Ahora quiero leerlas ustedes, si bien no hay ánimos de rivalizar, las posturas de ambas son completamente diferentes. Una apunta a la moda útil y otra a la moda artística, dos puntos válidos que conviven y rivalizan hasta hoy en día en la industria.
En mi interior, si bien Elsa Schiaparelli me parece mágica, siento que mi estilo personal está mucho más vinculado con el de Coco Chanel, una moda práctica, útil y algo despojada de ornamento.
Ahora quiero que me cuenten ustedes, de qué lado de la moda están ¿De Elsa o de Coco? ¡Las leo!
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